martes, 15 de marzo de 2011

'Stroke' e infarto no son lo mismo



Especial/El Nuevo Herald
El infarto o ataque al corazón es la causa número uno de muerte en los Estados Unidos, tanto para el hombre como para la mujer. Por su parte, la apoplejía o stroke como se le conoce en inglés, ocupa el tercer lugar, pero es el causante número uno de incapacidad.

``Las dos condiciones pueden tener consecuencias fatales'', explica el doctor Juan Pablo Zambrano, cardiólogo y profesor de la división cardiovascular de la Universidad de Miami. En ambos casos la raíz del mal es una obstrucción en una de las arterias. Aunque la mayoría de las personas confunden estas dolencias del corazón, ambas se distinguen por sus propios síntomas y el lugar de la anatomía donde
ocurren.

La mayoría de los ataques al corazón son el resultado de la acumulación de placa en la pared interna de las arterias coronarias, es decir, aquellas que irrigan directamente al corazón. Esto se llama Enfermedad de las Arterias Coronarias (CAD por sus siglas en inglés). Con el tiempo la placa se puede desprender y formar un coágulo. El infarto ocurre cuando el coágulo es demasiado grande y corta el flujo de
sangre.

Luego del episodio, el músculo del corazón queda afectado. ``El corazón pierde parte de su funcionamiento y ya no es capaz de llevar suficiente sangre al resto del cuerpo para que realice sus funciones normales'', dice Zambrano. ``Es como una bomba ineficiente'', agrega. A veces esta incapacidad se traduce en una insuficiencia cardíaca que se manifiesta en cansancio y falta de aire cuando realiza alguna actividad.

Otra de las causas de un infarto puede ser un espasmo severo de la arteria coronaria, que como consecuencia, bloquea el paso de la sangre al corazón.

La apoplejía, embolia o derrame cerebral, ``es un grupo de diferentes enfermedades que afectan al cerebro por alteraciones en los vasos'', explica el doctor José Romano, neurólogo vascular y director de la División de Enfermedades Cerebro Vasculares de la Universidad de Miami.

La embolia ocurre cuando un coágulo bloquea una arteria (evento isquémico), o cuando un vaso sanguíneo se rompe (evento hemorrágico) interrumpiendo el flujo de sangre al cerebro. Al suceder esto, las células cerebrales comienzan a morirse y eso produce daño en este órgano vital.

Al morir las células, algunas funciones muy importantes como el habla, la memoria y el movimiento se pueden ver afectados. El daño que puede sufrir una persona también depende de donde ocurrió la apoplejía y la extensión del cerebro que se vio comprometida.

``Se estima que cada minuto que pasa se mueren aproximadamente 2 millones de neuronas'', señala Romano. Por ello enfatiza la importancia de ``buscar atención médica inmediatamente llamando al 911'', señala Romano.

El experto afirma que las primeras tres horas desde el inicio de los síntomas son cruciales y si se atiende a la persona dentro de esa ``ventana'' la posibilidad de sufrir secuelas serias se minimiza.

Según los datos más recientes del Centro para el Control de Enfermedades, en 2006 más de 600 mil personas murieron por un infarto al corazón. En el caso de la apoplejía, la cifra fue de 135 mil personas. Se estima que cada 40 segundos alguien sufre un stroke.

Lo importante es saber que tanto el infarto como el ataque cerebral tienen tratamiento y se pueden prevenir.

``Hay que reconocer las señales y los síntomas'', dice el experto. Además recomienda controlar el peso y la presión arterial. También revisarse los niveles de colesterol y, si es diabético, cuidarse. Si fuma, deje de hacerlo ahora y modere el consumo del alcohol. Además de una dieta sana, el hacer ejercicio lo ayudará a mantener un buen peso.

La edad y el componente genético también influyen, pero si usted sabe que está en un grupo de riesgo, cuide su dieta y haga ejercicios.

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