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Inspire... Expire y va el médico y te acerca su teléfono. El estetoscopio, ese símbolo de la medicina y herramienta inseparable de los facultativos, podría empezar a desparecer de los hospitales en todo el mundo con la llegada de una nueva aplicación para el iPhone. ¿Te lo crees?
Foto: El teléfono, convertido en estetoscopio, ofrece nuevas posibilidades tecnológicas a los médicos/ Apple.
La aplicación, según BBC Mundo, permite colocar el micrófono sobre el corazón y monitorear los latidos cardíacos. Se trata del iStethoscope, un programa de software que cuesta menos de un dólar y que convierte al teléfono inteligente en un estetoscopio digital que permite controlar los latidos del corazón y otros ruidos del cuerpo humano, además de grabar las ondas de esos sonidos.
Según su creador, Peter Bentley, investigador de la Universidad de Londres, más de tres millones de médicos ya han descargado el iStethoscope. Según el investigador, el software no sólo es un avance tecnológico de un aparato que ha cambiado muy poco desde que fue inventado en 1816.
También podría permitir salvar vidas en lugares remotos, ya que los médicos pueden enviar por e-mail el registro de los sonidos cardíacos del paciente para obtener la asesoría de especialistas en cualquier parte del mundo. "Su uso es muy sencillo, se elige la modalidad para escuchar, que puede amplificar o silenciar el sonido, y se coloca el micrófono del teléfono directamente sobre la piel y sobre el corazón", explicó Bentley.
UNA VERDADERA PRUEBA DIAGNÓSTICA
El médico puede simplemente mirar este registro, llamado espectrograma, que muestra el volumen y frecuencia de los latidos, para realizar un diagnóstico.
"Muchos cardiólogos y profesionales de la medicina en general han mostrado gran interés en la aplicación en todo el mundo y me han dicho que les ha permitido, por primera vez, tomar 'muestras' del estado del corazón de un paciente en el mundo en desarrollo y enviar en un e-mail esas muestras a especialistas en cualquier otro lugar del planeta", comentó Bentley. "Así han podido obtener ayuda especializada para llevar a cabo diagnósticos, lo cual creo que es un avance importante".
ESCRIBIENDO DE INFORMÁTICA
La idea del iStethoscope surgió cuando el investigador estaba escribiendo un libro sobre ciencia informática y el software iba a ser un experimento. "Para mi sorpresa, comencé a recibir muchas llamadas de cardiólogos interesados; incluso uno viajó de Estados Unidos para ayudarme a mejorar la aplicación y también colaboró conmigo un especialista en estetoscopios digitales", afirmó Bentley.
"Realmente me quedé atónito por el gran interés que despertó y al parecer la combinación del iPhone con mi software parecen llevar a cabo muy bien este trabajo".
El programa cuenta con varias modalidades para mejorar los resultados, incluidos frecuencia de muestra, propagación de audio, filtros de audio y acelerómetro para actualizar la frecuencia.
OJO A LOS MARCAPASOS
El investigador advierte que ocupa varios años a un médico aprender a usar un estetoscopio correctamente y de la misma forma se debe aprender a colocar adecuadamente el iStethoscope para poder obtener un sonido claro y preciso. Además, el micrófono del iPhone es más pequeño que el diafragma del estetoscopio convencional, así que si no se coloca en el lugar adecuado no se podrá escuchar ningún sonido.
Bentley también subrayó que el iPhone no debe utilizarse sobre el corazón de pacientes a quienes se les ha colocado un marcapasos.
UNA ESCUELA MÉDICA... AL OTRO LADO DEL TELÉFONO
El iStethoscope no es la primera aplicación para teléfonos inteligentes que están transformando la práctica médica. En la tienda de aplicaciones de Apple hay unas 6.000 dedicadas a la salud y esto se debe, dicen los expertos, a que el iPhone -y en general los smartphones- es uno de los aparatos favoritos de los facultativos.
En Estados Unidos, por ejemplo, ya hay varias escuelas de medicina -incluidas las de las universidades de Georgetown, Louisville y la estatal de Ohio- requieren que sus estudiantes utilicen un teléfono inteligente.
Y es que hay que tener en cuenta que un aparato convencional que muestra el espectrograma de sonidos cardíacos puede llegar a valer 13.000 euros, ¿se arrepiente Peter Bentley de no haber vendido su programa a mayor precio?
"Creo que si lo hubiera vendido más caro no hubiera obtenido el enorme interés que ha despertado", dijo el investigador. "Me sastisface saber que la aplicación está al alcance de todos", completó.
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