Medicamentos y alcohol, ¿se pueden combinar?

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El alcohol no afecta el trabajo que hace en el organismo un antibiótico, pero algunos pueden causar náuseas, vómito y dolor de cabeza.

Cuando las personas siguen un tratamiento médico y quieren tomar una copa, deben consultar al especialista

¿Se puede ingerir alcohol mientras se toman medicamentos? Esa es una duda que tiene su orígen en la Segunda Guerra Mundial, época en la que la penicilina, utilizada para tratar a los soldados heridos era tan escasa, que después de que un paciente la tomaba, recuperaban el medicamento que salía en la orina y se reciclaba.

Cuando los soldado estaban en recuperación podían tomar cerveza, lo que aumentaba el volumen de orina y hacía más difícil obtener la penicilina, lo que obligó a los altos mandos prohibir el trago.

El alcohol no afecta el trabajo que hace en el organismo ninguno de los antibióticos que son recetados con frecuencias para aliviar enfermedades comunes como la gripe, aunque existen sus excepciones como lo son: cefalosporina, cofotetan y cefalosporina ceftriaxzona.

Estos medicamentos hacen que el cuerpo proceso el alcohol de manera más lenta, lo que aumenta los niveles de una sustancia llamada actaldehído, esto provoca otros síntomas: náuseas, vómito, enrojecimiento facial, dolor de cabeza, dolores en el pecho y difucltades a la hora de respirar.
Muchas veces las personas interrumpen sus tratamientos para poder tomar una copa, lo cual ocasiona que la gente se brinque la dosis y es aquí donde en realidad viene el problema: la resistencia a los antibióticos.

Existen otros medicamentos que nunca se deben combinar con el alcohol como son el tinidazol, linezolida y eritromicina , lo mejor es preguntar al especialista que le ha recetado y seguir el tratamiento al pie de la letra sin consumir alcohol para evitar algún inconveniente. (Fuente: Fundación UNAM)