El impacto de un rayo produce una lesión directa por el paso de la corriente por el cuerpo y una lesión indirecta por el aumento de la temperatura de todo el organismo. Dos especialistas lo explican para Infobae
Crédito: @loricesc - Por: Soledad Blardone sblardone@infobae.com
Las lesiones por el impacto de un rayo representan una pequeña proporción de las vinculadas a las originadas por la electricidad y son responsables de alrededor de 300 afectados y cerca de 100 muertes por año en los Estados Unidos. Aproximadamente, el 30 % de los pacientes lesionados por un rayo mueren y al menos un 74 % quedan con secuelas graves.
Cuando se analizan las causas de las muertes se observa que en el 70 % de los casos se deben a arritmias fatales o a fallas respiratorias agudas, según explicó el Dr. Juan Pablo Costabel, integrante del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires.
De acuerdo a la información provista por el Centro de Control de Enfermedades de los Estados Unidos, el 68 % de las víctimas de una lesión por rayos son jóvenes que se encuentran entre los 15 y los 44 años, y el 85 % son hombres.
El impacto produce lesión directa por el paso de la corriente por el cuerpo y lesión indirecta por el aumento de la temperatura de todo el organismo. A nivel cardíaco, provoca arritmias, muchas de la cuales son malignas y mal toleradas por la persona (fibrilación ventricular y asistolia), que de no ser reanimadas de manera urgente llevan a la muerte, según aclara el especialista del ICBA.
En algunos casos, el ritmo cardíaco se recupera de manera espontánea. Sin embargo, el impacto de la electricidad a nivel respiratoria puede reactivar las arritmias generando un círculo vicioso difícil de manejar. Asimismo, el impacto eléctrico puede generar daño miocárdico (tejido muscular del corazón) por espasmos coronarios.
¿Qué debemos hacer si estamos frente a una persona que ha recibido la descarga de un rayo?
El Lic. Pablo Morales, especialista en reanimación cardiopulmonar del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires, recomendó:
1- Compruebe que la escena sea segura (que no hay fuego, escapes de gas o electricidad).
2- Pida ayuda en forma imperativa, señale a alguien y hágalo llamar al 107 para que solicite una ambulancia y un DEA (desfibrilador externo automático). Si esta solo deberá hacerlo usted mismo.
3- Compruebe si la persona responde, tóquela y preguntele en voz alta: "¿me escucha?".
4- Chequee la respiración, mire el tórax y el abdomen de la persona para ver signos de respiración. Esta debe ser eficaz, la persona debe respirar normalmente.
5- Si la persona no responde y no respira o, no respira normalmente, arrodíllese junto al ella e inicie las compresiones torácicas usando solo las manos en el centro del pecho. No flexione los codos y comprima fuerte a 5 centímetros como mínimo y a una frecuencia de 100 compresiones por minuto. Después, deje que el tórax vuelva a la posición original, no se detenga hasta que llegue la ambulancia y asuma el control. O deténgase si la persona reacciona y comienza a respirar. Si esto sucede, colóquela de costado y quédese observándola atentamente por si deja de respirar nuevamente.
6- Si hay un DEA disponible y usted está entrenado en su uso utilícelo.
"Es importante saber que realizando una RCP (reanimación cardiopulmonar) oportuna le estamos dando chances de vida al accidentado", aseguró el especialista del ICBA. "La RCP requiere entrenamiento, por esto es importante tomar cursos regularmente para entrenar nuestras habilidades. Por otro lado, toda persona que haya recibido una descarga producto de un rayo debe recibir atención médica aunque se encuentre aparentemente sin lesiones", concluyó el Licenciado Morales.
Asesoraron:
Dr. Juan Pablo Costabel, cardiólogo y coordinador de la Sección de Emergencias del Servicio de Cardiología Clínica, ICBA, M.N. 119403 y el Lic. Pablo Morales, supervisor docente e instructor de RCP básico y avanzado de la American Heart Association, Departamento de Enfermería, ICBA
Crédito: @loricesc - Por: Soledad Blardone sblardone@infobae.com
Las lesiones por el impacto de un rayo representan una pequeña proporción de las vinculadas a las originadas por la electricidad y son responsables de alrededor de 300 afectados y cerca de 100 muertes por año en los Estados Unidos. Aproximadamente, el 30 % de los pacientes lesionados por un rayo mueren y al menos un 74 % quedan con secuelas graves.
Cuando se analizan las causas de las muertes se observa que en el 70 % de los casos se deben a arritmias fatales o a fallas respiratorias agudas, según explicó el Dr. Juan Pablo Costabel, integrante del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires.
De acuerdo a la información provista por el Centro de Control de Enfermedades de los Estados Unidos, el 68 % de las víctimas de una lesión por rayos son jóvenes que se encuentran entre los 15 y los 44 años, y el 85 % son hombres.
El impacto produce lesión directa por el paso de la corriente por el cuerpo y lesión indirecta por el aumento de la temperatura de todo el organismo. A nivel cardíaco, provoca arritmias, muchas de la cuales son malignas y mal toleradas por la persona (fibrilación ventricular y asistolia), que de no ser reanimadas de manera urgente llevan a la muerte, según aclara el especialista del ICBA.
En algunos casos, el ritmo cardíaco se recupera de manera espontánea. Sin embargo, el impacto de la electricidad a nivel respiratoria puede reactivar las arritmias generando un círculo vicioso difícil de manejar. Asimismo, el impacto eléctrico puede generar daño miocárdico (tejido muscular del corazón) por espasmos coronarios.
¿Qué debemos hacer si estamos frente a una persona que ha recibido la descarga de un rayo?
El Lic. Pablo Morales, especialista en reanimación cardiopulmonar del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires, recomendó:
1- Compruebe que la escena sea segura (que no hay fuego, escapes de gas o electricidad).
2- Pida ayuda en forma imperativa, señale a alguien y hágalo llamar al 107 para que solicite una ambulancia y un DEA (desfibrilador externo automático). Si esta solo deberá hacerlo usted mismo.
3- Compruebe si la persona responde, tóquela y preguntele en voz alta: "¿me escucha?".
4- Chequee la respiración, mire el tórax y el abdomen de la persona para ver signos de respiración. Esta debe ser eficaz, la persona debe respirar normalmente.
5- Si la persona no responde y no respira o, no respira normalmente, arrodíllese junto al ella e inicie las compresiones torácicas usando solo las manos en el centro del pecho. No flexione los codos y comprima fuerte a 5 centímetros como mínimo y a una frecuencia de 100 compresiones por minuto. Después, deje que el tórax vuelva a la posición original, no se detenga hasta que llegue la ambulancia y asuma el control. O deténgase si la persona reacciona y comienza a respirar. Si esto sucede, colóquela de costado y quédese observándola atentamente por si deja de respirar nuevamente.
6- Si hay un DEA disponible y usted está entrenado en su uso utilícelo.
"Es importante saber que realizando una RCP (reanimación cardiopulmonar) oportuna le estamos dando chances de vida al accidentado", aseguró el especialista del ICBA. "La RCP requiere entrenamiento, por esto es importante tomar cursos regularmente para entrenar nuestras habilidades. Por otro lado, toda persona que haya recibido una descarga producto de un rayo debe recibir atención médica aunque se encuentre aparentemente sin lesiones", concluyó el Licenciado Morales.
Asesoraron:
Dr. Juan Pablo Costabel, cardiólogo y coordinador de la Sección de Emergencias del Servicio de Cardiología Clínica, ICBA, M.N. 119403 y el Lic. Pablo Morales, supervisor docente e instructor de RCP básico y avanzado de la American Heart Association, Departamento de Enfermería, ICBA
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